Bodegas Carrascas apuesta por la innovación y la integración en la naturaleza, a través de un proyecto basado en el máximo respeto al entorno, con una actividad que repercuta lo menos posible en el medio ambiente.
En esta bodega situada en los Montes del Bonillo (Albacete) destacan lo importante que es para su actividad el magnífico entorno de la finca, en el que hay plantadas 55 hectáreas de viñedo, divididas en 16 parcelas que albergan las variedades blancas viognier, sauvignon blanc y chardonnay y las tintas tempranillo, merlot, syrah y cabernet sauvignon.
Arquitectura adaptada al paisaje
Por este motivo, además de una arquitectura perfectamente adaptada al paisaje, desde hace muy poco tiempo cuentan con una nueva instalación solar fotovoltaica. Colocada en las cubiertas de la bodega, con las placas instaladas buscan cubrir un importante porcentaje de las necesidades energéticas, además de disminuir la emisión de CO2 a la atmósfera.
También cabe señalar que es una de las mejores opciones para mantener el suministro estable, lo que proporciona una mayor independencia a la hora de conseguir la electricidad y ser más sostenibles.
Los conceptos que definen el trabajo de los responsables de la explotación agraria es la integración con la finca, la optimización de recursos, el ahorro energético, el uso de la luz, que junto al silencio y el agua son ejemplos de la filosofía que les guía: ser parte de la naturaleza para poder trabajar con ella.