Adolfo Hornos, enólogo y director general de Vallegarcía, resume la campaña 2022
Por el momento, a pie de bodega los resultados obtenidos son optimistas, los vinos son sabrosos, con una buena estructura tánica y buena acidez. La cantidad es limitada, pero lo que hay después de seleccionar mucho en campo y a la entrada de la bodega nos hace pensar en una buena añada.
La vendimia de 2022 ha sido con diferencia la más complicada a la que nos hemos enfrentado. El calor sostenido desde la primavera hasta el final del verano ha superado el famoso año 2003. Además de las altas temperaturas, otro factor muy importante ha sido la sequía que arrastramos desde hace cinco años.
Por lo tanto, calor y falta de lluvias marcarán esta vendimia, aunque los resultados no han sido ni mucho menos tan malos como cabía esperar.
Viñedo
En el viñedo trabajamos por un desarrollo sostenido de la planta y por favorecer el sombreamiento de los racimos. Durante todo este año, realizamos un aprovechamiento racional de la poca agua disponible con unas estrategias de riego muy precisas que nos permitiesen llegar al final del ciclo con posibilidades de seguir ayudando a la planta a resistir.
La vid es una especie que puede llegar a adaptarse acondiciones de estrés elevadas y superarlas. La producción obviamente fue inferior a la que esperábamos y la cosecha se adelantó diez días con respecto a un año normal.
Bodega
El último vino está aún fermentando en bodega, pero la mayor parte ya están descubados y las prensadas terminadas. Ha sido un año dónde el trabajo en bodega ha sido particularmente delicado, tratando de obtener la mejor expresión de fruta y frescor de esta añada. Estamos muy contentos con el resultado y a finales de noviembre con las malolácticas terminadas veremos que matices aportará a nuestros vinos este año tan atípico.
ADOLFO HORNOS