Es un caso único en el sector vitivinícola de Castilla-La Mancha. La excepcionalidad de Bodegas Marisol Rubio viene dada por la producción y comercialización de vinos elaborados exclusivamente con la uva pedro ximénez, una variedad desconocida en tierras manchegas. Piedad Garrido Rubio, directora general, junto a su hermano Jorge, responsable de operaciones y exportación, integran la quinta generación de una familia dedicada desde siempre a la viticultura.
Situada en Villanueva de Alcardete (Toledo), fue inaugurada en 2018
Su padre, Cipriano Garrido, encargado de la viña, fue quien decidió plantar cepas de pedro ximénez después de haber realizado un viaje por Andalucía, en el que quedó prendado de sus virtudes. Desde aquel momento, puso todo su empeño en el estudio, análisis y cultivo de este tipo de uva. En la actualidad, la bodega, que debe su nombre a la fallecida Marisol Rubio, madre de Piedad y Jorge y esposa de Cipriano, cuenta con 50 hectáreas de viñedos, situadas en el término municipal de Villanueva de Alcardete (Toledo), a una altitud de 837 metros y con una gran amplitud térmica. Bodegas Marisol Rubio también cuenta con otras variedades de uva que por el momento no vinifican.
Primera añada
La bodega se inauguró en 2108 y al año siguiente comercializó su primera añada. Desde entonces, ha ido incrementando su producción hasta llegar a las 30.000 botellas actuales. Piedad Garrido explica que allá por 2007 adoptaron la decisión de trabajar con una sola variedad, la pedro ximénez. “Queríamos”, explica, “hacer algo único y distinto para, con el tiempo, hacer exclusivamente unos vinos pioneros y disruptivos, con una marcada personalidad y dirigidos fundamentalmente a personas que aprecian la elegancia, la diferenciación y la naturalidad”.
Los vinos expresan muy bien el paisaje que rodea al viñedo, fundamentalmente monte bajo vestido de encina y tomillo. Además, son vinos con mineralidad propios de un terreno cuya roca madre es caliza.
Bodegas Marisol Rubio elabora tres tipos de vinos: SON D SOL, que es un vino marcado por la naturalidad y la frescura. CIPMA I, caracterizado por su mineralidad, equilibrio y crianza en barricas de Kentucky, y CIPMA II, en el que destaca su consistencia y sutileza, debido a su fermentación y crianza en barrica de Misuri. Una peculiaridad más de esta bodega única es que sus tres vinos blancos se vinifican “en seco” (es decir, como vinos secos y, por ello, alejados de los fortificados que caracterizan a muchos de los pedro ximénez andaluces). Cada uno de estos vinos tiene un estilo propio y una personalidad muy pronunciada.
Estudio para sacar un tinto
Piedad Garrido comenta que están estudiando la posibilidad de elaborar, en un futuro, otro vino de una variedad tinta con características innovadoras, tal y como ocurre en la actualidad con su línea de vinos blancos. Hasta ahora, la mayor parte de su producción se ha destinado especialmente al mercado nacional, tiendas gourmet y restauración media alta. No obstante, desde hace poco, la bodega ha comenzado a comercializar sus productos en Estados Unidos y algunos países europeos. De igual modo, Bodegas Marisol Rubio elabora un aceite de oliva virgen extra igualmente innovador. Se trata de un coupage de cornicabra, picual y arbequina.
