Pagos del Rey, la insignia de Félix Solís Avantis, pone a la venta la IV Edición de La Única. Una propuesta exclusiva limitada de 15.000 botellas. La Única es fruto de un “coupage” que combina la esencia de la uva tempranillo procedente de sus bodegas Pagos del Rey de Ribera del Duero (Olmedillo de Roa, Burgos), de La Rioja (Fuenmayor) y Toro (Morales de Toro, Zamora). Un vino tipo “blend” excepcional elaborado con los mejores tintos de las añadas 2017 y 2018.
La Única se elabora en función de la calidad y características de cada vendimia por lo que su producción no es periódica, habiéndose elaborado la última y III Edición en el 2015. El punto de partida reside en los enólogos de cada una de las bodegas que hacen una selección de 15 a 20 vinos. Los rasgos diferenciales de cada vino estriban en la diversidad de cada viñedo, en la procedencia según la zona vitivinícola y el periodo de crianza. Posteriormente se presenta a un panel de expertos que, a través de un pausado proceso de cata, van creando una combinación de vinos hasta conseguir el coupage perfecto, con personalidad y características sensoriales propios.
Debido al éxito internacional del proyecto, en esta cata, se ha contado con la participación de un total de 32 catadores: 17 personas agrupadas en tres equipos en la sede central de Ribera del Duero y, simultáneamente en videoconferencia con tres de los países más relevantes para el proyecto: Alemania, Inglaterra y China. Se trata de un equipo multidisciplinar, en el que se han implicado enólogos, comerciales y figuras muy relevantes del mundo del vino español como José Peñín, María Isabel Mijares o Juan Fernández Cuesta.
Etiqueta artística
Por cuarta vez consecutiva, “La Única” llevará una original y exclusiva etiqueta pintada a mano por el reconocido artista argentino Mariano Rinaldi Goñi residente en Alemania. Cada singular etiqueta se inspira en la fusión de la cultura del vino y la figura y elegancia de la mujer. Para esta IV Edición se ha elegido el color púrpura.
El resultado final de este coupage de la IV Edición se caracteriza por ser un vino equilibrado y amable. Destacamos de cada bodega: la sedosidad y finura de La Rioja; el cuerpo, estructura y taninos de Ribera del Duero, y la mineralidad e intensidad aromática de Toro. Respecto a su nota de cara mencionar su color cereza picota con ribete granate y capa alta. En nariz destacan los frutos rojos, especias, notas a cedro, y complejas notas ahumadas. Paladar elegante, sabroso, taninos aterciopelados, perfecta acidez que muestra un final persistente y cálido.
