DIEGO MORALES ABRE SU NUEVO RESTAURANTE TRAS SEIS AÑOS EN LATITUD
Ciudad Real sumo a finales del año pasado un nuevo restaurante a su cada vez más sugerente y diversificada oferta gastronómica y de ocio. Se trata del “Sr. Pérez”, un local abierto por el conocido restaurador capitalino, Diego Morales Pérez, que con ese nombre ha querido homenajear a su abuelo Eduardo Pérez, propietario del emblemático Hotel Castillo de la capital ciudadrealeña y organizador de los históricos y añorados bailes de La Talaverana del Parque de Gasset durante las Ferias y Fiestas.
Situado en la céntrica Plaza de la Provincia, el nuevo local ofrece tres ambientes diferentes: la zona dedicada al restaurante propiamente dicho, la barra y un espacio ocupado por mesas altas para tapear y una amplia terraza que se asoma a la propia plaza en su confluencia con la bulliciosa Avenida del Rey Santo. La capacidad interior del local es de 65 comensales distribuidos en sus diferentes espacios. Por su parte, la terraza es capaz de albergar a 60 personas.
Latitud, el anterior establecimiento de hostelería que Diego fundó hace siete años, le ha servido de lanzadera para llegar a este nuevo concepto de restauración, con unas instalaciones más céntricas, más cómodas y más amplias. Diego recuerda con mucha gratitud esos años de Latitud, que le han servido para situarse como uno de los máximos exponentes de la gastronomía ciudadrealeña, habiendo conseguido en ese tiempo numerosos premios provinciales, regionales y nacionales.
La carta del “Sr. Pérez” se nutre de pescados y mariscos frescos y de carnes a la vista conservadas en cámara de maduración. Del mar, no suelen faltar pargo, corvina, rodaballo, merluza y bacalao. De la tierra, Diego Morales ofrece suculentas piezas al peso de ternera rubia gallega y de otras razas centroeuropeas como la simmental y la black angus, todas ellas con un tiempo de maduración en cámara de entre 45 y 60 días. También se puede encontrar el mejor cordero manchego en todas sus variantes, así como productos de temporada procedentes en su mayoría de la huerta: setas, espárragos verdes, judías pinesas y un largo etcétera.
A este amplio catálogo de delicias gastronómicas hay que añadir una nutrida carta de vinos, plácidamente acomodados en su bodega climatizada a la vista de todos los que entran en el local. Son unas 180 referencias procedentes de todas las zonas de producción españolas y de otras partes del mundo.
Desde enero de 2021, el restaurante cuenta con un menú diario de unos veinte euros. Diego ofrece a sus comensales una carta que puede oscilar entre los 20-25 euros de la zona de picoteo a los 35-45 euros del comedor.