El alcalde, Emilio Sáez, ha animado a los albacetenses a conocer el Museo de la Cuchillería de Albacete, “cuyo aspecto exterior luce como merece tras las obras realizadas en su fachada”. Así lo ha explicado el alcalde, que ha recorrido el edificio acompañado de la concejala de Economía y Hacienda, María José López, para comprobar los trabajos de reparación de la fachada del edificio, conocido como Casa de Joaquín Hortelano, y que han sido promovidos por la Concejalía de Infraestructuras que dirige Arturo Gotor con el propósito de arreglar los desperfectos que provocaron la humedad y las filtraciones de agua.
La inversión, superior a los 140.000 euros, ha permitido la reparación de fisuras y grietas aparecidas en la fachada, la sustitución de piezas sueltas o desaparecidas, así como la renovación de piezas de azulejo en mal estado y el anclaje de las piezas que estén sueltas, junto con otras actuaciones ante la pérdida del revestimiento de mortero en algunos elementos.
Daniel Rubio
La Casa de Joaquín Hortelano, situada en la Plaza de la Catedral, fue edificada en 1912. Su arquitecto, Daniel Rubio, que construyó este edificio como vivienda para Joaquín Hortelano, trabajó en Albacete entre 1910 y 1920, antes de trasladarse a Málaga donde desarrolló gran parte de carrera. El Gran Hotel, el desaparecido Teatro Cervantes, el Templete de la Feria y esta Casa de Hortelano, son algunos de sus trabajos más destacados.
El Ayuntamiento de Albacete adquirió este inmueble que, antes de ser sede del Museo Municipal de la Cuchillería, acogió al Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha y a la Policía Local de Albacete. Desde 2004, este coqueto edificio modernista es sede del Museo Municipal de la Cuchillería.