lunes, diciembre 2, 2024
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    Orange Wine: tradición, modernidad y tendencia

    Los vinos naranja, a menudo conocidos como «orange wine» en inglés, son una categoría única y fascinante en el mundo de los vinos. Aunque han ganado popularidad en los últimos años, su historia se remonta a miles de años. En este artículo queremos explorar la historia, el proceso de elaboración y las características distintivas de los vinos naranja.

    Aunque los vinos naranja «Orange Wine» pueden parecer una tendencia moderna, su historia se origina en las antiguas y tradicionales técnicas de vinificación. Se cree que los primeros vinos naranja se produjeron en Georgia hace más de 5.000 años, utilizando ánforas de terracota enterradas en el suelo. Esta antigua tradición se ha mantenido viva en las regiones vinícolas de Europa oriental, especialmente en Georgia y Armenia.

    Lo que distingue a los vinos naranja es su proceso de elaboración son varios puntos que explicaré a continuación. Para empezar, las variedades de uva preferidas para este tipo de vinos suelen ser variedades blancas con pieles gruesas según cada zona o país. La ribolla gialla o friulano, en el Friuli Venezia Giulia, pinot gris en Alsacia, garnacha gris en Cataluña, chenin blanc en Francia y algunas zonas de Sudáfrica y América etc..

    El mosto fermenta junto con las pieles de la uva

    Fermentan con las pieles

    También variedades autóctonas blancas de Castilla La Mancha como la verdoncho y airén, que ofrecen vinos realmente sorprendentes. A diferencia de los vinos blancos convencionales, los vinos naranja son blancos que se fermentan con las pieles de las uvas, similar al proceso de los tintos, y en numerosos casos también se maceran previamente a la fermentación y tras ella, según el estilo buscado. Según el elaborador, una vez separado el vino de sus hollejos, éste a veces se somete a un periodo de crianza, bien en los mismos depósitos de terracota en los que ha fermentado, o en otros depósitos o envases de diferentes materias, como barricas de roble, de castaño, de almendro, huevo de granito, etc..

    Esto les confiere su característico color naranja o ámbar, así como una complejidad aromática y de sabor única. El tiempo de maceración en las pieles puede variar, lo que influye en el estilo del vino, desde más ligero y fresco hasta más estructurado y tánico. Estos parámetros organolépticos son los que hacen que los vinos naranja sean cercanos en sus características sensoriales a algunos vinos tintos.

    Los vinos naranja son conocidos por su amplio y complejo espectro de sabores, aromas y sensaciones. Suelen tener notas de frutas secas, flores marchitas, hierbas, especias y a menudo presentan una ligera cremosa tanicidad. Además, suelen ser más resistentes al envejecimiento que los vinos blancos convencionales, lo que permite una evolución en sabor y complejidad con el tiempo, en paralelo a un cambio precioso en sus tonalidades que van acercándose a tonos ambarinos oscuros, naranjas y oro viejo.

    A veces este tipo de vinos se somete a procesos de crianza

    Versátiles e interesantes

    Los vinos naranja son versátiles e interesantes en la mesa y pueden maridar bien con una gran variedad de platos. Debido a su complejidad y estructura, pueden acompañar desde quesos maduros hasta platos de pescado graso, guisos de intensidades medias, risottos, especialmente de calabaza y setas, carnes blancas o rosas de media maduración e incluso platos picantes o con sabores exóticos. Su consumo es atrevido, en algunos casos, los más complejos pueden escanciarse previamente al servicio para despertar su divertido abanico aromático. Siempre se recomienda utilizar una copa de vino amplia, con cáliz ancho y medio recorrido, a temperaturas entre 8 y 12 grados según la estructura y la edad del vino.

    En las últimas décadas, los vinos naranja han experimentado un renacimiento en todo el mundo. Los enólogos modernos han adoptado esta antigua técnica y la han combinado con enfoques contemporáneos, lo que ha dado lugar a una nueva generación de vinos naranja de alta calidad. Su singularidad y carácter han atraído la atención de sumilleres, restauradores, amantes del vino, y se han convertido en una tendencia en el mundo vinícola.

    Fusión de tradición y modernidad

    Los vinos naranja representan una emocionante fusión de tradición y modernidad en el mundo del vino. Su proceso de elaboración único y su espectro de sabores hacen que sean una opción intrigante para los amantes del vino que buscan algo diferente. A medida que más bodegas experimentan con esta técnica, es probable que veamos un crecimiento continuo en la popularidad y la apreciación de los vinos naranja en los años venideros. Si aún no has probado un vino naranja, ¡es hora de aventurarse y descubrir el apasionante mundo que ofrecen!

    José Carlos Rodríguez DipWSet. Pies Viejos Parajes y Viñedos

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