ASAJA Toledo ha denunciado una nueva ola de robos de aceitunas generando un clima de inseguridad y desconfianza entre los olivareros de la provincia. Las lluvias y la falta de mano de obra han provocado que se alargue la campaña y los ladrones están aprovechando para varear los olivos y sustraer la aceituna que queda en el árbol. Los robos se han centrado en la Puebla de Montalbán, Escalonilla, La Mata, El Carpio de Tajo, San Martín de Pusa y Los Navalmorales, causando pérdidas significativas a los agricultores afectados.
La organización agraria pide aumentar la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las principales zonas olivareras
La organización agraria ha exigido a las autoridades competentes una respuesta contundente y medidas urgentes para combatir esta situación. Piden que se aumente la seguridad y la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en las principales zonas olivareras, así como una mayor coordinación entre las fuerzas del orden y los agricultores para prevenir y enfrentar estos robos.
También han pedido intensificar la vigilancia en las almazaras y puntos de recogida, de tal manera que se garantice la legalidad de las operaciones de compra venta, se evite el fraude y se asegure la trazabilidad de las aceitunas. Las explotaciones productoras de aceitunas se han puesto en el punto de mira de los delincuentes, atraídos por los elevados precios del aceite este año.
Una reducida cosecha, los altos costes de producción y la falta de stock han sido los principales motivos del aumento de los precios. No obstante, han señalado desde la organización, los robos amenazan la estabilidad y el futuro de muchos agricultores y sus familias. ASAJA Toledo hace un llamamiento a la solidaridad de todas las partes involucradas, incluidas las administraciones, las fuerzas de seguridad y la sociedad en general, para unir esfuerzos en la lucha contra el robo de aceitunas y garantizar la protección de nuestros agricultores y sus cosechas.
Personas desconocidas
En esta línea, recomienda a los agricultores que pongan en conocimiento de la Guardia Civil cualquier información relativa a personas desconocidas que transitan por las explotaciones agrícolas que por su actitud puedan inducirle sospechas, así como matrículas y detalles de los vehículos desconocidos que circulen o se encuentren estacionados, especialmente en horario nocturno.