Lorenzo Delgado, presidente de la Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas (AIVE) y de la Asociación Provincial de Ciudad Real, ha enviado cinco escritos a los máximos responsables de cinco instituciones regionales, nacionales y europeas solicitando la urgente puesta en marcha de una destilación de crisis. La petición se formula con el fin de que se adopten las medidas necesarias para ayudar a paliar el descenso de las ventas de vinos embotellados y “así poder hacer frente al gran incremento de precios medios generales que se han duplicado en las materias primas como el vidrio, etiquetas, cartón, plástico, combustibles, personal, etc”.
El ministro francés de Agricultura ha dotado con 160 millones de euros una iniciativa similar en el país vecino
La carta firmada por Delgado se ha enviado al director general de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea, Wolfang Burtscher; el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; la ministra de Sanidad, Carolina Darias; el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, y en ella solicita que estudien urgentemente la necesidad de poner en marcha una destilación de crisis “para obtener alcohol de calidad vínico y dejar de utilizar alcoholes industriales para la fabricación de vinagres, bebidas espirituosas y de uso farmacológico”.
La petición de esta destilación se hace con el fin, según responsables de esta asociación, de mantener la actividad empresarial, los puestos de trabajo, la actividad económica y el crecimiento sostenible en Castilla-La Mancha.
Alcohol vínico
El firmante de la carta enumera las ventajas de la utilización del alcohol vínico, un producto “de mucha calidad, que tiene un mínimo coste energético y con menos residuos contaminantes en relación a los alcoholes producidos de forma industrial que, además, tienen un impacto más perjudicial para el consumo humano y medioambiental”.
De esta forma, apunta Lorenzo Delgado, se podría destinar una buena cantidad de vino que no se va a poder embotellar por la falta de demanda, a la producción de alcohol vínico que sustituiría a los alcoholes anteriormente mencionados de origen industrial.
Así, “se podría mantener el nivel de crecimientos, asegurando los puestos de trabajo, tanto director, como indirectos que se generan en el sector vitivinícola y, por supuesto, redundaría en una mejora de la calidad alimentaria y medioambiental”, apunta Lorenzo Delgado en otro párrafo de la carta.
Salida alternativa
Para finalizar el presidente de la AIVE señala que hay que buscar entre todos “una salida alternativa como la destilación de vinos para extracción de alcohol vínico de calidad alimentaria, tal y como se está haciendo con los mostos y zumos de uva concentrados que, en parte, están contribuyendo a la sustitución del consumo de azúcar”.
Al mismo tiempo que a las instituciones, la Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas se ha puesto en contacto con el resto de agentes que conforman el sector de Castilla-La Mancha, aunque, según su presidente, aun no han recibido contestación.
Lorenzo Delgado pone como el ejemplo el caso de Francia, donde el pasado lunes Gobierno y organizaciones empresariales llegaron a un acuerdo para iniciar una campaña de destilación de vino dotada con 160 millones de euros, según anunció el pasado lunes el ministro de Agricultura del país vecino, Marc Fresneau.