Felix J. Delgado
Hay ciertas flores que son comestibles y eso no es nada nuevo. Aunque en muchos casos parezca que es algo novedoso y de la cocina moderna, en realidad, las flores han sido utilizadas por la humanidad desde siempre. Bien conocida es su utilización en infusiones, como la manzanilla, pero su uso va mucho más allá, tanto en preparaciones dulces como saladas. Los aztecas, romanos o árabes, entre muchas otras culturas, ya las utilizaban.
Actualmente su uso es habitual en ensaladas o como acompañamiento de muchos platos. Hay algunas que son el ingrediente principal, como la flor de calabaza que son una autentica delicia en sopas, fritas y rellenas. También son muy usadas las rosas tradicionalmente en la cocina árabe o hindú. El uso de flores también es muy común y conocido en todo el mundo como inflorescencias, que son la disposición de las flores sobre las ramas o tallos. Estas pueden ser de una sola flor, como el tulipán, o un conjunto más numeroso como el brócoli o la coliflor e incluso el trigo.
No solo ofrecen colorido, aroma o sabor, también aportan vitaminas, polifenoles y betacarotenos
Las flores no solo nos ofrecen colorido, aroma o sabor, si no, que además pueden ser muy beneficiosas para nuestra salud aportándonos vitaminas, polifenoles o betacarotenos. Aunque hay que tener mucho cuidado al consumirlas porque pueden provocar alergias en ciertas personas. También hay que tener en cuenta que no todo vale. Las flores como alimento deben proceder de un cultivo ecológico, cosechadas para tal fin y por supuesto únicamente especies comestibles.
Tiendas especializadas
La opción más segura para consumirlas, si no tenemos los conocimientos necesarios, va a ser adquirirlas en una tienda especializada ya que habrán sido cultivadas para tal fin. Ahora bien, si vamos a cultivar nuestras propias flores para añadirlas después a nuestros platos hay que tener muy presente que no debemos utilizar ningún tipo de producto tóxico.
No todas las especies de flores son comestibles ya que hay algunas incluso que pueden llegar a ser tóxicas. Esto es normal y pasa como con cualquier otro alimento. No todas las especies son aptas para consumo humano, no hay nada más que pensar por ejemplo en las setas. Son tóxicas algunas tan comunes como la flor de la patata o la del tomate, mientras que otras deben consumirse con moderación ya que su ingesta en grandes cantidades puede ser tóxica. Este es el caso, entre otros de la flor del manzano o la del tilo.
Azahar
Ahora bien, sabiendo cuales son y como consumirlas, podemos encontrar muchísimas variedades realmente conocidas y cercanas como las ya mencionadas rosas. El azahar, se usa por ejemplo para preparar agua de azahar y es muy utilizada en postres, al igual que las semillas de amapola. Aunque en general, los pétalos de las flores son la parte más utilizada en cocina.
La opción más segura para consumirlas, si no tenemos los conocimientos necesarios, va a ser adquirirlas en una tienda especializada ya que habrán sido cultivadas para tal fin. Ahora bien, si vamos a cultivar nuestras propias flores para añadirlas después a nuestros platos hay que tener muy presente que no debemos utilizar ningún tipo de producto tóxico.
Cultivo ecológico
El cultivo debe ser completamente ecológico. También es importante tener en cuenta algunos consejos al recolectarlas, como pueden ser algunos tan lógicos como escoger las de mejor estado y aromas más intensos. También es aconsejable cortarlas temprano para aprovechar el frescor de la mañana. En cuanto a su preparación, es recomendable lavarlas y secarlas con un papel absorbente o bien colgarlas boca abajo y que se vayan secando poco a poco.
Para su conservación, lo mejor es cortar solo las que vayamos a consumir. En cualquier caso, el mejor lugar para conservarlas es la nevera. Algunas flores comerciales pueden aguantar en buenas condiciones incluso hasta una semana. También podemos congelarlas para utilizarlas después. Este método se suele utilizar sobre todo para posteriores preparaciones en sopas o infusiones.
Comerlas directamente
Las flores se pueden usar para comerlas directamente como un ingrediente más de una receta, pero también pueden desempeñar el papel de una especia, y de hecho serla. El caso más conocido son los estambres de la flor del azafrán, aunque también se pueden utilizar sus pétalos para otros fines culinarios. Además, las flores se pueden utilizar para elaborar bebidas, ya sean las típicas infusiones o maceradas en algún destilado para la elaboración de diferentes licores.
Hay infinidad de posibilidades en la preparación de platos a base de flores. En muchos casos ya utilizamos otras partes de la planta y su flor nos puede aportar un valor añadido al plato. La flor de la albahaca, el romero o la cebolla nos ofrecen un toque sutil que es muy parecido al de la planta que provienen y además llenan de colorido nuestros platos. También son clásicas en repostería las flores del pensamiento, aunque en platos salados les aporta un toque agridulce y por eso también son utilizadas, además de en ensaladas o platos de carne, en muchas tablas de queso. La utilización más recurrente de la mayoría de las flores comestibles es en ensaladas, pero hay combinaciones que pueden llegar a ser auténticas maravillas para nuestros sentidos.
Perfume
Para conseguir esto es importante conocer los aromas de cada especie y saber qué perfume aportarán a nuestros platos, pero igualmente importante es conocer los sabores que predominan en cada especie. Algunas son de carácter más dulce mientras que otras son más ácidas o amargas. Por ejemplo, las lilas tienen un sabor ácido que junto a su característico olor puede ser una estupenda combinación con platos a base de aves.
Por tanto, si en un restaurante nuestro plato viene elaborado con flores podemos estar seguros que tiene su razón de ser y que la experiencia valdrá la pena. Incluso nos animemos a cultivarlas en casa o en la huerta y así experimentar con nuestras propias flores y recetas.
Preguntas y respuestas en el test sobre flores comestibles en Alymentest: