El I Salón de Vinos de Pago Certificados, celebrado el martes 7 de octubre en Madrid, se consolidó como un encuentro pionero y de referencia para la élite vitivinícola española. La cita, organizada por la Unión de Vinos de Pago Certificados (UVPC) en el espacio Covarrubias The One, reunió a más de 180 profesionales del vino –sumilleres, periodistas, distribuidores, restauradores e importadores–, que pudieron conocer y catar algunos de los vinos más singulares y exclusivos del país.
La jornada arrancó con la bienvenida de Francisco Fernández, presidente de la UVPC y director técnico de Pago La Jaraba, quien subrayó la misión de la asociación: «Promover, proteger y elevar la reputación de los vinos de pago en España y en el mundo. Queremos aportar claridad al consumidor, reforzar la defensa de esta figura de calidad y unir esfuerzos entre bodegas que comparten una misma filosofía: la búsqueda de la excelencia, la autenticidad y el respeto al territorio».
Actualmente, está integrada por 14 bodegas de distintas regiones del país, que representan más de la mitad de los Pagos certificados en España

Fernández recordó además que los Vinos de Pago representan apenas el 0,2% del viñedo español, pero encarnan la expresión más pura del terroir. «Cada vino de pago nace de una finca única, de un suelo y un microclima irrepetibles, y se elabora íntegramente en el mismo lugar donde se cultiva la uva. Esa trazabilidad total garantiza su autenticidad y convierte a cada botella en el reflejo de un paisaje, una historia y una forma de entender la tierra».
El programa de la jornada comenzó con una cata magistral y diálogo entre el Master of Wine Pedro Ballesteros –uno de los mayores expertos en vino a nivel internacional– y el periodista y crítico Juan Manuel Bellver, asesor estratégico del encuentro. Ambos guiaron a los asistentes por un recorrido sensorial a través de 14 vinos singulares, uno por cada bodega integrante de la UVPC, que permitieron apreciar la diversidad geográfica, climática y estilística de los distintos pagos certificados de España: desde Navarra hasta Castilla-La Mancha, Aragón, Valencia o Castilla y León.
Misma filosofía
La cata puso de manifiesto que, aunque cada proyecto tiene su propio carácter, todos comparten una misma filosofía: el respeto al entorno, la sostenibilidad y la voluntad de expresar el alma de su territorio.
Tras la sesión técnica, el salón abrió su zona expositora, donde las bodegas participantes presentaron sus referencias más emblemáticas y dialogaron con los asistentes en un ambiente distendido y de intercambio profesional. La jornada concluyó con la mesa redonda “El futuro de los vinos de pago certificados”, moderada por Bellver y con la participación de Ballesteros, la sumiller Cristina Tierno y el propio Francisco Fernández. Durante el debate se abordaron temas como la comunicación al consumidor, el papel de la sostenibilidad, la necesidad de una mayor divulgación y el posicionamiento internacional de esta categoría.
«Existe aún un gran desconocimiento sobre qué es exactamente un Vino de Pago. Nuestro reto como asociación es explicar su significado, diferenciarlo de otras denominaciones y poner en valor su exclusividad y su contribución al prestigio del vino español», señaló Fernández.

Los ponentes coincidieron en la necesidad de reforzar la unión entre bodegas, impulsar acciones conjuntas de comunicación y continuar defendiendo ante las instituciones el reconocimiento de esta figura de calidad diferenciada, reconocida tanto por el Ministerio de Agricultura como por la Unión Europea.
Asociación pionera
La Unión de Vinos de Pago Certificados nació en 2019 en el Real Casino de Madrid con el propósito de preservar, difundir y poner en valor la figura del Vino de Pago, la máxima distinción oficial del vino en España. Es la única asociación abierta a todas las bodegas que cuentan con esta certificación ministerial y europea y actúa como plataforma de prestigio y proyección internacional para las bodegas que la integran. Actualmente, forman parte de la UVPC 14 bodegas de distintas regiones que representan más de la mitad de los Pagos certificados del país: Arínzano, Aylés, Casa del Blanco, Chozas Carrascal, Cirsus, Familia Conesa–Pago Guijoso, Irache, La Jaraba, Martúe, Otazu, Vegalfaro, Vera de Estenas, Vizar y Pago del Vicario.
Todas ellas comparten valores comunes como la búsqueda de la excelencia, la autenticidad, el respeto al territorio y el compromiso con la sostenibilidad. Además, la asociación impulsa proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) para avanzar en la adaptación al cambio climático, mejorar la competitividad y asegurar la transmisión del patrimonio vitivinícola español a las futuras generaciones.
Punto de inflexión
Con este primer Salón, la UVPC sienta las bases de un encuentro anual de referencia destinado a reforzar la visibilidad y el prestigio de esta categoría. «Queremos que este salón se convierta en una cita fija para el sector, donde mostrar la diversidad y la calidad de los Vinos de Pago y, sobre todo, explicar al consumidor qué los hace verdaderamente únicos», concluyó Fernández.
El éxito de la convocatoria demuestra que los Vinos de Pago Certificados despiertan un interés creciente entre profesionales y medios, consolidando su posición como la vanguardia de la enología española y una de las joyas más valiosas del patrimonio vitivinícola nacional.