viernes, marzo 29, 2024
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    “Somos enólogos, pero ante todo viticultores”

    Federico y Rafael Lucendo, propietarios de Selección Lucendo

    Los hermanos Federico y Rafael Lucendo, hijos del reconocido enólogo Jesús Lucendo, continúan dando pasos en la consolidación de un proyecto, Selección Lucendo, que ya se sitúa en el foco de los que más entienden del negocio vitivinícola. Su vino El Linze, elaborado con la una rara avis, la muy desconocida tinta Velasco, cautiva ya a afamados prescriptores internacionales que lo han situado entre los vinos tintos más destacados de los últimos tiempos.

    P.- ¿Cómo fue la pasada campaña de vendimia?

    R.- Tras un año duro climatológicamente hablando, con un verano muy seco, temperaturas muy altas y noches tropicales, la vendimia se ha cerrado con satisfacción y buen potencial. Una cosecha más corta en cantidad, pero mayor en concentración, muy interesante para el perfil de vinos que elaboramos. En nuestra producción hay que tener en cuenta tres factores claves: la gestión del riego, el hecho de contar en su mayoría con viñedos más viejos y la mayor altitud en la que se encuentran, en torno a los 1.000 metros en zonas más frías y húmedas. Hemos vendimiado el tinto Velasco y el tempranillo viejo prácticamente en fechas normales a pesar del calor, pero un adelanto.

    P.- ¿Cómo valoran la situación actual de la DO Valdepeñas? ¿Está perjudicando a las bodegas radicadas en la ciudad?

    R.- Esperemos que se pueda regularizar la situación cuanto antes, con estabilidad para todo el sector.

    P.- ¿Qué opinión les merece la nueva línea de vinos de Valdepeñas que están saliendo al mercado, me refiero a pequeñas bodegas que están iniciando o han empezado hace poco la comercialización?

    R.- Se están elaborando cosas muy interesantes y curiosas que hace unos años no se hacían.

    P.- Se podría decir que en este de cambio de paradigma en las formas de cuidar la viña y elaborar vinos, su bodega ha sido una de las pioneras tanto en Valdepeñas como en Castilla-La Mancha.

    R.- La idea misma de Selección Lucendo se fraguó un poco en nuestro afán por buscar viñedos viejos, esos pequeños majuelos y parcelas que estaban a punto de desaparecer pero que tienen una uva de gran calidad. Parcelas que necesitan más tiempo, más cuidado sí. Somos enólogos, pero ante todo viticultores.

    De todas formas, la familia, mencionando a mi padre Jesús Lucendo también, siempre ha sido pioneros en la elaboración de vinos naturales y vinos de maceración carbónica; además, creamos en Valdepeñas la clasificación tan demandada actualmente en el mercado de: “mostos parcialmente fermentados”, bebida muy valorada hoy en día, especialmente por los clientes que prefieren un vino con muy poca graduación.

    Rafael Lucendo cata un vino en la nave de barricas de la bodega

    P.- ¿Qué tipo de vinos elaboran?

    R.- Nos dedicamos principalmente a la producción ecológica, con un enfoque en la recuperación de variedades autóctonas. Si volvemos 15 años atrás, mi hermano Rafa y yo empezamos a colaborar con Julián Ruiz Villanueva, de Esencia Rural, el viticultor de mayor reconocimiento en el mundo de vinos ecológicos y naturales de nuestra zona. Iniciamos un proyecto en Quero donde elaboramos un vino único, con una variedad, muy vieja, en peligro de extinción: tinto Velasco. Vides de más de 140 años con rendimientos extremadamente bajos. Un viñedo prefiloxérico del que sólo quedan 5 hectáreas. Completando esta uva con la syrah salió en 2006 el primer vino El Linze, un vino que destaca por su personalidad y carácter aromático, resultado de una filosofía poco intervencionista que busca sobre todo lo que es el sentido de la naturalidad y respetar al máximo la fruta.

    Viña de tinto Velasco de la que se obtienes su premiado y cotizado vino tinto El Linze

    P.- Entre esas innovaciones, que a veces son prácticas ancestrales abandonadas hace muchos años, está la de elaborar en el propio viñedo. Me podrían explicar en qué consiste.

    R.- Es fundamental el impacto medioambiental que la propia actividad produce, así como el de los materiales que se emplean para la misma. Nuestros antepasados utilizaban exclusivamente la tinaja de barro, lo que hemos vuelto a recuperar también. Cuatro tinajas antiguas de barro, barro manchego, pero de distintas procedencias y época, con una capacidad de dos mil litros. Es nuestro proyecto “amphora”, que consiste efectivamente en elaborar un “orange” en el mismo viñedo de airén de pie franco que tenemos, desde la cepa, hasta luego el embotellado. Interpretar y expresar el viñedo en un vino de producción muy limitada. Un vino “de pueblo” como se hacían antes. Con huella de carbono cero. Todo se realiza manualmente: la vendimia, la fermentación, el proceso de crianza/reposo, el embotellado… todo en nuestras tinajas enterradas.

    Viñedo de airén de cepas viejas en las inmediaciones de Valdepeñas

    P.- ¿Cómo definirían en una frase sus vinos?

    R.- Elaboraciones con una marcada personalidad y que destacan por su carácter aromático y sensorial.

    P.- ¿Cómo valoran la alta reputación que han alcanzado los vinos de su bodega en los últimos años?

    R.- Por supuesto estamos muy satisfechos, lo que nos apetece sobre todo es hacer buen vino. Y el hecho que la gente lo disfrute y lo comparte es muy reconfortante para nosotros y nuestro trabajo.

    P.- Supongo que a esta valoración tan positiva contribuyen puntuaciones tan destacadas como la que otorgó hace poco el prestigioso sumiller sueco Andreas Larson, 95 puntos sobre 100 a su vino El Linze 2020.

    Me repito diciendo que hacemos vinos de una forma muy personal, con pasión, no hacemos vinos solamente “para ganar premios”. Lo que sí es verdad cuanto más capital económico tienes, más posibilidades te da para seguir creciendo y desarrollando el trabajo que estás haciendo. Y ganar premios sí que es una buena forma de asentar el prestigio, de darse a conocer, o incluso de generar ventas.

    Me podrían hablar de sus proyectos más inmediatos.

    Apostar por lo local y generar valor es nuestra prioridad. El último proyecto que hemos iniciado en la zona de Valdepeñas, dará sus frutos tan pronto como sea posible. Instalaciones nuevas, seguir trabajando mucho el viñedo, aumentar la producción para hacerse “grande” más allá de nuestras fronteras regionales. Todo eso a corto plazo. Aspiramos también a acercar a los visitantes con el enoturismo, fomentar la curiosidad para captar su atención. En definitiva, una actividad de ocio que genera cultura, dinamismo, oportunidades y riqueza para toda la zona. Lo que estamos haciendo ahora mismo con nuestra vinoteca 11 Ánforas, pero en la parte del viñedo y del campo. Ofrecemos catas de vinos y experiencias gastronómicas. Una manera más personal y directa de comunicar el vino.

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