Celebrar es, sin duda alguna, la forma más humana de dar las gracias por todo lo bueno que nos rodea. Por ello, y con el objetivo, además, de dar la bienvenida al verano, Anna de Codorníu invita a romper con la rutina y a disfrutar de las pequeñas (y no por ello menos importantes) cosas que nos regala la vida con su cava más refrescante: Anna ICE.
Con un diseño rompedor y con acabados iridiscentes, Anna ICE y Anna ICE Rosé, ideales para refrescar durante la época estival
Y es que este cava “helado”, pensado para servir “on the rocks”, presenta un nuevo diseño para sus dos variedades: Anna ICE y Anna ICE Rosé. En ambos casos se trata de una botella blanca, de estilo minimalista y grafía moderna. ¿Lo más cool? Los detalles iridiscentes presentes en diferentes partes de la botella que emulan el reflejo de la luz del sol en las copas y hielos en una divertida tarde de verano.
Ambas botellas reflejan a la perfección lo que supone un cava como Anna ICE: ligereza, tradición, un punto transgresor y mucha frescura, convirtiéndolo en la bebida perfecta para plantar cara a las altas temperaturas, independiente de cuándo, cómo y dónde se consuma. Se iza, así, como un cava para tener a mano en esos días en los que el calor aprieta. Sin duda, Anna ICE será el mejor compañero en las celebraciones veraniegas.
Dulce y fresco
Anna ICE es un cava dulce y fresco, perfecto para degustar con amigos en una terraza o surcando las aguas del Mediterráneo. Gracias a su composición, es ideal para maridar los aperitivos, aderezado con frutos rojos y presentado a modo de cóctel. Es, además, la bebida ideal para acompañar platos con contrastes de sabores (dulce-salado, picante-suave…), postres o tartas.
El perfect serve de Anna ICEpasaría por enfriar la botella a una temperatura de entre 4 y 5 grados, servir el cava en una copa de balón y añadirle tres cubitos de hielo. ¿El perfecto punto y final? Tener (muchas) ganas de celebrar la vida. Porque, sí, siempre hay un motivo para celebrarnos.
Sobre Anna ICE
Anna ICE es un cava versátil y fresco, que desde su nacimiento ha sido concebido como principal reclamo en los días de verano. Gracias a su dulzura, es una bebida llena de vitalidad e ideal para disfrutar con hielo, presentándose como la alternativa perfecta a los cócteles en los días de calor. Existen, además, dos variedades del mismo: blanco y rosé.
La primera es elaborada con chardonnay, que completa su coupage con las variedades tradicionales de macabeo, xarel·lo y parellada. Las uvas empleadas en esta ocasión proceden de dos orígenes distintos: un primer viñedo de clima continental con la variedad chardonnay y un segundo que participa en menor proporción, y que procede de la zona mediterránea con las variedades tradicionales.
Combinación de aromas
De esta forma, se descubre en el paladar la combinación de aromas afrutados con el equilibrio semiseco. En nariz, por su parte, se aprecian notas frescas de frutas de primavera y flores blancas, recuerdos de melocotones y flores de almendro. La segunda variedad, el rosé, ha sido elaborado básicamente con pinot noir y completa su coupage con la variedad chardonnay.
Las uvas para su elaboración proceden de viñedos propios situados en Lleida, la región de clima más continental de la D.O. Cava, lo que favorece una óptima concentración, mejor acidez, más cuerpo y mayor intensidad aromática. El resultado es un cava color cereza pálido brillante, con gran intensidad aromática y con buena presencia de sensaciones afrutadas en boca, con matices delicados con una acidez refrescante.
