El concepto Gran Vino guio el devenir del proyecto personal que en 2012 inició el enólogo conquense Aurelio García junto a su esposa Micaela Rubio, también enóloga y viticultora y que ha desembocado en la creación de tres proyectos vitícolas en tres zonas bien diferencias de España: En Cuenca, “Micaela Rubio” en los municipios de Casas de Benítez y Pozoamargo; en Ávila, “Alto Horizonte” en el municipio de Navatalgordo en plena Sierra de Grados; y el último en Soria, “La Guía” en Matanza de Soria, en la zona más oriental y norte de la DO Ribera del Duero.
“Micaela Rubio”, “Alto Horizonte” y “La Guía”, tres de los vinos que elaboran en las distintas zonas y que contienen el alma de la tierra

Aurelio García fraguó el concepto de Gran Vino y la intención de concretarlo en sus elaboraciones futuras tras numerosos viajes por zonas vitivinícolas de distintos países sobre todo Francia, Italia y Portugal. “Allí comprobé -señala- que los franceses y los italianos hacen una clasificación cualitativa de sus viñedos, y esto lo hacen después de observar año tras año que la calidad en algunos viñedos en se repite y es mayor que en otros viñedos vecinos. Además, dan un valor al viñedo tradicional cultivado en cada zona que aporta diferenciación al producto”.
De estos viajes y las experiencias adquiridas en diferentes bodegas Aurelio y Micaela decidieron iniciar su proyecto más personal. “Buscábamos -apunta el enólogo- ese vino que transmita la identidad de un terroir. Para ello hay que aprender a cultivar la vid en base a las tradiciones de cada lugar y, nuestro sueño se ha hecho realidad. Tenemos un proyecto apasionante. Somos muy afortunados al haber conseguido hacer vino en las zonas donde nos apetecía elaborar y con el estilo que buscábamos en cada una ellas”.

Hasta llegar al momento actual, Aurelio García, que es licenciado en Ciencias Químicas y en Tecnología de los Alimentos, ha desplegado una intensa actividad profesional por distintas bodegas. Comenzó en la bodega conquense situada en Santa María del Llano, Mont Reaga en 2003. Allí estuvo algo menos de dos años, de los que guarda muy gratos recuerdos. Inmediatamente después comenzó a asumir la consultoría y dirección técnica de distintas bodegas y viñedos en España y México. “Fue una etapa apasionante. Trabajé en lugares que contaban con los últimos avances tecnológicos tanto en bodega como en viñedo, hasta el punto de que algunos de esos viñedos se convirtieron en ejemplo de viticultura de precisión”.
Viñedos en propiedad
En las tres zonas elegidas para concretar su proyecto de Gran Vino todos los viñedos son de su propiedad lo que garantiza “la precisión y definición de nuestros vinos”.

Aurelio García afirma que su experiencia en el sector le ha llevado a la conclusión de que los mejores vinos proceden de regiones vitícolas que están junto a un río o en laderas de montañas. El proyecto lo iniciaron en Cuenca, junto al río Júcar y supuso “un sueño hecho realidad al volver a mi tierra después de muchos años elaborando vinos en regiones diferentes”. De ahí, Aurelio y Micaela saltaron a la zona donde se cultiva el viñedo a mayor altitud de la Sierra de Gredos, y en la que han vivido en primera persona el renacer de una zona que en la actualidad cotiza muy alto en el sector. Por último, y afrontando cada día retos más grandes, decidieron iniciar su tercer proyecto en la zona más fría de toda España para cultivar variedades tintas, en la zona más septentrional de la DO Ribera del Duero en la provincia de Soria.
En las tres zonas, el trabajo de estos dos enólogos se desarrolla bajo unas premisas comunes, independientemente de las diferencias edafológicas y climáticas. Solo elaboran uvas procedentes de viñedos viejos, de más de 80 años, asegurando así que la genética es la que se cultiva en la región desde hace muchos años. También utilizan el marco de plantación establecido y los sistemas de conducción típicos de cada región, con el cultivo biodinámico como denominador común.
MICAELA RUBIO

El proyecto Micaela Rubio consta de 8 hectáreas de viñedo divididas en 23 parcelas. Se caracterizan por tener suelos aluviales con canto rodado en la superficie bajo el que se encuentra una capa de arcilla mezclada con grava y arena. En el subsuelo aparece la roca calcárea muy descompuesta justo debajo de la arcilla. Para su promotor, estos suelos son lo más parecidos en la Península Ibérica a los que se encuentran en el mítico pueblo del sur del Ródano, Châteneuf-du-Pape. La variedad tinta bobal es la predominante junto a otras como la blanca pardilla, las rosadas rojal, coloraillo, pintaillo y las tintas moravia agria, moravia dulce y macabeo negro, entre otras. Con todas ellas elaboran sus vinos conquenses El Reflejo de Mikalea (Vino de Pueblo), Mikaela (Vino de Paraje) y La Infanta (vino de una única parcela).
ALTO HORIZONTE

El proyecto Alto Horizonte se sitúa en pleno corazón de la Sierra de Gredos, en el valle del Alto Alberche, en el municipio de Navatalgordo. Los viñedos están situados entre los 1.100 y los 1.300 metros de altura. Tienen 38 parcelas que suman en total 5,7 hectáreas de viñedo enclavados en suelos de granito y con la variedad garnacha tinta como absoluta protagonista. Allí, Aurelio y Micaela trabajan con viñedos con gran diversidad de orientaciones y diferentes estados de descomposición del granito. Hay parcelas muy diferentes, unas con granito más rico en cuarzo, otras con más hierro y en algunos casos el granito aparece mezclado con el limo. De la diversidad de los suelos de esta zona montañosa surge la clasificación de los vinos que elaboran y embotellan. Las marcas son +Altitud (Vino de Pueblo), Alto de la Cruz (Vino de Paraje) y El Cerro Brujo (vino de una única parcela)
LA GUÍA

El proyecto de la Ribera del Duero situado en el municipio de Matanza de Soria es muy pequeño y destinado a la elaboración de vinos muy especiales. La Guía, como dice la leyenda que antes se conocía a este pueblo soriano, está situada a 10 kilómetros al norte de San Esteban de Gormaz, en el vértice más oriental y norte de esta denominación. Allí, con un viñedo prefiloxérico que fue plantado entre 1830 y 1850 de tinto fino y algo de albillo mayor cuenta con 16 pequeños majuelos que suman 0,72 hectárea de viñedo. El proyecto, en su etapa inicial, cuenta tan solo con el vino “La Guía” un Vino de Pueblo elaborado con las uvas de las 16 parcelas que están situadas sobre suelos de arcillas ferruginosas en superficie y con un subsuelo de roca calcárea. Estos suelos junto con un clima continental caracterizado por las bajas temperaturas invernales y con veranos templados proporcionan vinos perfumados, muy aromáticos y complejos, con la textura de los taninos propios de suelos calcáreos.
Los vinos de Cuenca y Ávila los elaboran en la bodega que tienen en el pueblo conquense de La Alberca de Záncara. Está diseñada en función de la producción que obtienen de sus viñedos. Cuentan con depósitos de entre 1.500 y 5.000 litros de capacidad entre cubas de hormigón, acero inoxidable y tinas de roble francés, que les permiten vinificar con propiedades comunes de orientaciones, suelos, etc. Para la crianza utilizan depósitos de hormigón, fudres, vasijas de gres y barricas de roble de 500 litros.
El vino del proyecto La Guía lo elaboran y embotellan en la bodega El Lagar de Isilla, en la que Aurelio García desempeña las funciones de director técnico.