Roberto Diz, director artístico de la marca que lleva su nombre creada en el año 2002, ha destacado siempre por fundir el estilo clásico con la más atrevida modernidad, se dirige a una mujer individualista y ultra sofisticada. A lo largo de estas dos décadas ha presentado sus colecciones en Madrid, Londres, Paris y Milán consolidándose como una de las firmas de moda más importantes del momento, reflejando sus diseños una factura impecable, limpia y de alta calidad.
La bodega gallega mantiene su compromiso un año más con el mundo de la moda tras celebrar su décimo aniversario el pasado 2022
El diseñador gallego afincado en Sevilla toma el testigo junto a Mar de Frades en una continuidad de una década llena de moda. El espíritu de Roberto se muestra de manera impecable en el diseño de esta nueva etiqueta que nace del impulso de nadar a contracorriente y de romper las reglas. Roberto Diz crea diseños eternamente sostenibles, que abrazan a todas las personas como la espuma de las olas al océano. El diseño Latidos do Miño, está compuesto por filigranas de oro, inspiradas en la tradición gallega, elaboradas artesanalmente con tanta delicadeza y atención al detalle como el Albariño Mar de Frades
“El diseño de la Edición Limitada de Mar de Frades, un corazón. ¿Por qué un corazón? Nada mejor para expresar un sentimiento. Porque un vino se bebe, pero sobre todo se vive, se siente”, destaca Roberto. La visión del diseñador no es otra que la botella de Mar de Frades adquiera una nueva personalidad: el latir de un estilo de vida unido a una tradición propia, el lujo de lo auténtico.
Expresión y creatividad
El maridaje de Mar de Frades con el mundo de la moda entra en su undécimo año con Roberto Diz, dando así continuidad a una década llena de expresión y creatividad siempre de la mano de los diseñadores más destacados del país. Desde 2012 nombres como Laura Ponte, Miguel Palacio, Alvarno, Jorge Vázquez, Duyos, Duyos, Ana Locking, Agatha Ruiz de la Prada, The 2nd Skin Co., Moisés Nieto o Lorenzo Caprile han sido los responsables en vestir la emblemática botella de Mar de Frades con una «segunda piel» para su Edición Limitada.
