Ya están en la calle los tres primeros vinos (blanco, tinto y rosado) de la nueva bodega que recientemente ha visto la luz en Valdepeñas. La nueva firma lleva el nombre de Gutiérrez Viticultores, integrada por la pareja que forman la sumiller Silvia Alcaide y el enólogo Iván Gutiérrez y que han puesto en marcha Bocacaballo, su proyecto más personal y otro ejemplo que se suma al prometedor estilo de los nuevos vinos de Valdepeñas.
El apodo Bocacaballo procede de su abuelo, a quién homenajean dando el nombre al nuevo proyecto vitivinícola en la ciudad que los vio nacer. En este sentido, Silvia Alcaide apunta que “yendo al origen encontramos el futuro, homenajeamos a mi abuelo en nuestras tres primeras elaboraciones bajo el nombre de Bocacaballo. Así se le conocía a él y así queremos que la gente conozca estos nuevos vinos”.
Lo han puesto en marcha Silvia Alcaide e Iván Gutiérrez, de Gutiérrez Viticultores, que unen los conocimientos enológicos más técnicos con la huella de la tradición

Silvia Alcaide considera que la suya es una historia de sinergias. “En Gutiérrez Viticultores -apunta- unimos los conocimientos enológicos más técnicos, con la mirada más sensible y la profunda huella de la tradición. Iván como enólogo y yo como sumiller, compartiendo trabajo en bodega para distintas denominaciones de origen desde hace años, apostamos por nuestras raíces en Valdepeñas, donde ahora arrancamos nuestro sueño”.
Los primeros vinos Bocacaballo son de la añada 2024 y se elaboraron en las instalaciones de Vinícola de Valdepeñas. Actualmente, han cambiado de ubicación y han alquilado un espacio de Bodegas Moralia de Moral de Calatrava donde tiene todo el material necesario, de su propiedad, para elaborar. Cuentan con una tinaja nueva de barro de750 litros, barricas de 500 litros de acacia francesa y de 225 litros, depósitos de acero inoxidable de diferentes tamaños y despalilladora, entre otros.

Las primeras 226 botellas de la edición especial 2024 del rosado que han salido al mercado las han embotellado ellos mismos a mano. Por su parte, del tinto de la variedad tempranillo y del blanco airén, que han salido unos días después, se han comercializado 1.982 y 1.733 botellas respectivamente. Las uvas que dan lugar a estos vinos proceden, en unos casos del viñedo familiar del que seleccionan lo que necesitan, y, en otros de la compra de uva de agricultores que cuentan con viñedos muy particulares y a los que llevan siguiendo desde hace mucho tiempo.
Terruño muy particular
Silvia Alcaide detalla que “en este terruño tan particular, contamos con parcelas muy especiales del legado familiar, a las que hemos añadido otras cuidadosamente seleccionada tras un estudio en profundidad del suelo que llevó a cabo la DO Valdepeñas en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha. Gracias a este poco habitual, pero necesario análisis, localizamos zonas de un potencial excepcional para reflejar la identidad de este territorio que tanto amamos”.
Para el tinto, realizan un estricto control de las viñas, de las que no obtienen más de tres kilos por cepa. Se vendimia de noche y practican una doble selección, primero en el campo y luego en la bodega. Tanto en el campo como en la elaboración apuestan por una mínima intervención “respetando el entorno y confiando en la expresión más fiel de esa personalidad única que abandera nuestro proyecto”.
A estos tres vinos se les unirá en un futuro próximo un tinto elaborado en tinaja de barro “necesario también como parte de nuestra experimentación con métodos tradicionales y nuestro compromiso con el patrimonio vitivinícola de la zona”.
Todos los vinos de Gutiérrez Viticultores están adscritos a la Indicación Geográfica Protegida Vinos de la Tierra de Castilla por encarnar su proyecto, según Silvia Alcaide “una visión tan personal que preferimos hacerlo desde la calificación VTC. Así tenemos más libertad a la hora de tomar decisiones y adaptarnos mejor a los cambios que se van produciendo”.
Los vinos
Bocacaballo Tempranillo Selección Especial 2024

Es un vino de autor y parcelario, nacido de viñedo en vaso de 50 años, con una baja pero concentrada producción por cepa. Las viñas proceden de Sierra Prieta, en el término municipal de Valdepeñas. Fermenta en sus propias levaduras. Crianza en barrica de roble francés nuevas de 225 litros durante 11 meses.
Es un vino que refleja con fidelidad la tipicidad del tempranillo/cencibel de Valdepeñas: fruta roja madura, tanino amable y un fondo balsámico-minera que expresa el clima continental extremos y los suelos rojizos calizos a 690 metros de la Sierra Prieta. Un vino amplio, elegante y con personalidad propia, que combina la potencia del viñedo viejo con la frescura mineral del terruño.
Nota de cata
Color cereza intenso con ribete violáceo y capa alta. Limpio y brillante, con lágrima densa y pausada, reflejo de su concentración. Nariz franca y expresiva, dominada por fruta roja madura, muy características del tempranillo/cencibel de Valdepeñas. Se integran matices de regaliz, pimienta negra y un fondo balsámico con ecos de monta bajo. En boca tiene una entrada golosa y envolvente, con un desarrollo amplio y equilibrado. Los taninos son dulces y pulidos, propios de la madurez óptima. Excelente equilibrio entre volumen frutal y frescura mineral. Final persistente con recuerdos especiados y balsámicos.
PVP aproximado: 25 euros
Bocacaballo Blanco Airén 2024

Es una interpretación original de la airén vieja de Valdepeñas procedente de cepas centenarias en vaso que algunos casos llegan a los 142 años y que producen menos de un kilo por planta. Expresivo, gastronómico y mineral, combina la pureza varietal con la profundidad que aporta la crianza sobre lías. La añada, cálida y seca, se traduce en un blanco de concentración y carácter, con equilibrio entre volumen, salinidad y frescura. Un vino de fuerte identidad, fiel al terruño manchego y con gran capacidad gastronómica. El viñedo está situado en el Campo de Santiago, en el término municipal de Valdepeñas, a una altitud de 770 metros. Fermenta con sus pieles en barricas de acacia francés de 500 litros, donde se cría sobre sus lías durante 9 meses.
Nota de cata
Color amarillo pajizo con reflejos dorados. Limpio y brillante, con lágrima fina y fluida. Aromas expresivos de flor blanca (azahar, jazmín) y frutas cítricas (pomelo, lima) sobre un fondo mineral y ligeramente salino. Con la aireación, surgen notas de frutos secos crudos -almendra, avellana- y un sutil toque de pimienta blanca que aporta elegancia y profundidad. Boca amplia y envolvente, con textura cremosa y un equilibro preciso entre volumen y frescura. Notas salinas y minerales en el centro de boca. Final largo y persistente con recuerdos cítricos y ahumados.
PVP aproximado: 25 euros
Bocacaballo Rosado de Lágrima 2024

Este vino, embotellado en edición limitada, nace del mosto en flor con el que elaboran el tinto, lo que le confiere carácter frutal y estructura. Muestra la cara más viva y directa del tempranillo/cencibel de Valdepeñas. Es un rosado joven, fresco y con nervio, donde la fruta roja y los cítricos se combinan con una evolución delicada y atractiva. Refleja con autenticidad el carácter de un año cálido y seco, aportando un equilibrio natural entre madurez y frescura. El viñedo se sitúa en la Sierra Prieta de Valdepeñas a una altura de 685 metros.
Nota de cata
Color rosa pálido con reflejos frambuesa y ligeros tonos asalmonados. Limpio, brillante y con lágrima fina. Aromas intensos de fruta roja (fresa, grosella, granada) con matices cítricos (naranja sanguina, piel de pomelo). Aparecen sutiles notas florales y un fondo mineral. En boca es ligero pero intenso, con una acidez precisa y refrescante que sostiene la fruta y aporta nervio. Boca viva, de paso ágil y final limpio con un toque ligeramente amargo que invita a seguir bebiendo. En retrogusto, recuerdos de algodón de azúcar y fruta roja crujiente.
PVP aproximado: 25 euros

