miércoles, junio 25, 2025
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    Los antecedentes de FENAVIN y el intercambio comercial a lo largo de la historia

    María Victoria Arenas Vela. Sumiller, miembro de ASUMAN, profesora-tutora de la UNED

    Desde el mundo antiguo, los grupos humanos han tenido la necesidad de intercambiar productos de todo tipo, especialmente alimenticios como vino, aceite, miel, etc. Hay fuentes que demuestran que ya la civilización griega y el Imperio romano comercializaban sus productos y buscaban puntos de encuentro para realizar dichos intercambios y actividades de compra-venta.

    A lo largo de los siglos, esos puntos de encuentro se fueron desarrollando a modo de mercados y de ferias. Por ejemplo, a partir del siglo XII se crean numerosas ferias en Europa Occidental y en España empiezan a resonar varias ferias en ciudades importantes como Jerez de la Frontera o Burgos, entre muchas otras. Además, es importante destacar que la más importante de todas ellas fue la de Medina del Campo (mencionada por primera vez en un documento del siglo XV). Grandes acontecimientos marcaron el devenir del mundo moderno y potenciaron el intercambio de productos comerciales a gran escala. De hecho, el descubrimiento de América (1492) o la Revolución Industrial (segunda mitad del siglo XVIII) contribuyeron, entre otros factores, a que se intensificara la actividad comercial y al desarrollo de las ferias para promover la actividad comercial incluso en el extranjero.

    En el año 1952 se celebró en Valdepeñas la I Feria del Vino de La Mancha que fue un gran escaparate para los vinos de toda España

    En este punto podríamos preguntarnos qué entendemos como feria. Existen varias definiciones, pero una que encaja con el concepto al que nos referimos es la sexta acepción de la palabra “feria” en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Instalación donde se exponen los productos de un solo ramo industrial o comercial, como libros, muebles, juguetes, etc., para su promoción y venta”. En otras palabras, podríamos decir que una feria es un evento comercial que se celebra normalmente de forma periódica en un espacio limitado donde se concentra la oferta y la demanda de varios sectores económicos. En el caso que nos ocupa, las ferias del vino también son un instrumento de marketing que favorece la promoción de productos o servicios para obtener información y, en ocasiones, incluso formación.

    A continuación, veremos la importancia de estas actividades comerciales que han llegado hasta nuestros días y que han ido evolucionando a lo largo del tiempo, adaptándose a las necesidades socioeconómicas de cada momento histórico.

    I Feria del Vino de la Mancha

    En la actualidad, las ferias son una gran oportunidad para comunicarse con productores, proveedores, clientes y profesionales del sector al que se dedique cada una de ellas. Es importante conocer el dato de que, en el año 1952, se celebró en Valdepeñas la I Feria del Vino de La Mancha y podemos considerar que fue un gran escaparate para los vinos de toda España. El NODO realizó el reportaje sobre dicha Feria (nº 507A) de fecha 29 de septiembre de 1952 y que se puede consultar en la página de RTVE: https://www.rtve.es/play/videos/nodo/not-507/1469547/ (minuto 6´24´´).

    Este evento atrajo a muchas bodegas de toda la geografía nacional destacando especialmente la participación de un elevado número de bodegas de Castilla-La Mancha. Sin embargo, a pesar de haber sido concebida como una feria de muestras importante, fue la única edición de dicho evento. Por otro lado, podemos considerarla como el germen del que surgió la creación de las grandes ferias de España. Por contexto cultural y tradición vitivinícola, podemos destacar que es el antecedente directo a FENAVIN, la gran Feria Nacional del Vino en España.

    Aspecto de la pasada edición de FENAVIN

    Ahora nos podría surgir una pregunta, ¿Cómo se gestó esta feria realmente? Buscando en la hemeroteca digital, encontramos una de las primeras noticias sobre la creación de FENAVIN. Por ejemplo, en mayo del año 2000, La Tribuna publicó lo siguiente: “La primera Feria Nacional del Vino, que organizará la Diputación de Ciudad Real con el apoyo de otras entidades se llamará FENAVIN, tendrá distintas sedes en la provincia de Ciudad Real y se celebrará en la primavera del año 2001, en marzo o abril del próximo año”. Más adelante, en septiembre del mismo año, leíamos en la misma publicación un titular que veríamos cómo se hacía realidad con el tiempo: “FENAVIN hará de Ciudad Real capital de los vinos del mundo”. Han transcurrido más de 20 años desde entonces y FENAVIN se ha consolidado como una de las ferias más importantes del sector vitivinícola en nuestro país.

    Feria pionera

    A modo de conclusión, podemos afirmar que la organización de la I Feria Regional del Vino de la Mancha (1952) fue pionera y abrió el camino para las ferias del vino en España y fue la antecámara de FENAVIN. Desde entonces, el sector del vino se ha ido modernizando y abriéndose de cara al exterior. En general, en el siglo XXI, la globalización está modificando la forma en la que funciona el mundo y nos relacionamos social y económicamente. Por todo ello, podemos destacar que las ferias son un elemento importante para incrementar los intercambios comerciales y también propician que podamos tener acceso a bodegas y productos de distintos puntos geográficos que de otro modo sería muy complejo y llevaría mucho tiempo llegar a conocer. Promovamos y disfrutemos de FENAVIN deseando que siga prosperando y acercándonos a un espacio común donde el protagonista sea el vino.

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