domingo, octubre 19, 2025
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    Valdepeñas premia a la familia Lucendo por su brillante trayectoria enológica 

    En las recientes Fiestas del Vino, el Ayuntamiento de Valdepeñas ha rendido un merecido homenaje a una de las sagas de enólogos más conocidas en Castilla-La Mancha, la familia Lucendo, que actualmente tiene a cinco miembros de su cuarta generación en ejercicio. La Medalla al Mérito Artesanal que reconoce el gran trabajo de esta familia en pro de la calidad y la difusión de los vinos de Castilla-La Mancha, la recogieron Nieves y Esther Lucendo, las dos hijas, que junto a tres de sus hermanos han tomado el testigo que dejó su padre, Jesús Lucendo.

    El padre, aunque ya jubilado, sigue ayudando en todo lo que puede a sus hijos. Así, sigue desempañando una labor pedagógica que ya inició hace muchos años cuando dio clases a todos ellos en el grado superior de Enología que realizaron en el Instituto de Formación Profesional de Valdepeñas.

    Cinco miembros de la cuarta generación trabajan en bodegas de Castilla-La Mancha: DOP Pago Los Cerrillos, Coop. Ntra. Sra. de Peñarroya y Selección Lucendo

    Jesús Lucendo fue un maestro por partida doble para una extensa familia de la que cinco de sus seis hijos son enólogos. En estos días, se muestra muy orgulloso por el premio recibido. Restándose méritos, lo atribuye al gran trabajo que están realizando sus hijos en las distintas bodegas donde trabajan: Nieves, la mayor en la DOP Pago Los Cerrillos, Esther en la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya (ambas en Argamasilla de Alba) y Rafa, Fede y Carlos, el más pequeño y el que más tarde se ha incorporado, en Selección Lucendo.

    Pero hay que remontarse a principios del siglo XX para datar el nacimiento del primer Lucendo vinatero. Fue su abuelo, César Lucendo Asensio, quien en 1919 abrió una bodega en Argamasilla de Alba. La saga siguió con su padre César Lucendo Amat y continuó con el propio Jesús Lucendo Alonso y su hermano César, así como sus primos Armando y Vicente. Ahora son los hijos de Jesús los que siguen con el oficio que empezó su bisabuelo.

    Nieves y Esther Lucendo recogieron el premio de manos del alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín

    Larguísima tradición

    Jesús Lucendo (Argamasilla de Alba, 1951) tiene una larguísima tradición, tanto en el mundo de la enología como de la enseñanza. Sus primeros pasos en la profesión, una vez que muy joven, con tan solo 17 años, abandonó su Argamasilla natal para trasladarse a vivir a Valdepeñas, los dio en la desparecida Bodegas Pintado donde durante diez años dejó su impronta con la elaboración de productos casi revolucionarios en aquella época como los vinos Sangre de Castilla y Monte Marqués, así como el bitter BP. Tras su paso por aquella añorada bodega se fue de director técnico a la ya pujante bodega de Félix Solís, donde estuvo otros seis años hasta 1983. También estuvo algún tiempo en Bodegas Arúspide, de la que era socio, como director técnico, coincidiendo en un corto periodo de tiempo con su hija Nieves.

    Fue por aquellos tiempos cuando dejó el trabajo en bodega para centrarse exclusivamente en la labor docente que ya había empezado hace más de una década, en el curso 1973-74 en el Instituto de Formación Profesional Gregorio Prieto de Valdepeñas impartiendo clases de Enología. En 1978 obtuvo por oposición el título de profesor numerario de Escuelas de Maestría Industrial en Prácticas Agrarias, que incluía las enseñanzas enológicas.

    Después de 39 años de docencia ininterrumpida, hace una década se jubiló. Desde entonces mata el gusanillo ayudando a sus hijos coordinando catas, sugiriendo ideas en las elaboraciones, marcando objetivos. En definitiva, como el mismo indica “más que nada, aportando experiencia, porque en la mayoría de las técnicas enológicas actuales ya saben más que yo”.

    Jesús Lucendo recuerda con nostalgia la época en la que era el profesor de sus propios hijos. Todos, menos Jesús que hizo una Ingeniería, fueron sus alumnos. “Además de las clases se venían conmigo a hacer las prácticas. Les gustó y ahí están. Creo que ellos se esforzaban más por el hecho de ser su padre quien les daba clase. En casa me seguían pidiendo explicaciones de las materias que habíamos dado en el Instituto”.

    Se muestra muy orgulloso con todos sus vástagos, pero quiere destacar lo que consiguieron sus hijas al romper un techo de cristal que parecía inaccesible en la década final del pasado siglo, cuando eran muy pocas las mujeres enólogas en este país. Nieves empezó con él en Bodegas Arúspide y al poco tiempo la llamaron de Montalvo Wilmot, actualmente nuevo Pago Vitivinícola de Castilla-La Mancha, donde lleva más de veinte años. Más o menos los mismos que Esther en la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya de Argamasilla de Alba.

    Selección Lucendo

    Por su parte, los hermanos Rafa y Fede Lucendo, a los que recientemente se ha unido Carlos, continúan cosechando éxitos con la extensa gama de vinos de su bodega Selección Lucendo, entre los que destacan El Linze, César Lucendo A. y El Último Lobo, entre otros.

    Rafael Lucendo es, además, un reputado experto en el tratamiento y utilización de la madera en crianza. Asesora a bodegas de Ribera del Duero en el manejo de barricas de distintos países. Federico, por su parte, sobresale en la elaboración de vinos blancos. Sorprendente es su espumoso ancestral Dédalo Airén.

    En estos momentos Jesús junto a sus hijos centra sus esfuerzos en poner en marcha cuanto antes el proyecto de nueva bodega que están llevando a cabo en Valdepeñas. Ya han plantado viñas, dos hectáreas de syrah, alrededor del edificio que albergará las instalaciones, una nave en la que antes había una carpintería y que ahora están rehabilitando. La bodega se encuentra a escasos kilómetros de Valdepeñas, en la carretera de La Solana. Tienen casi toda la documentación aprobada esperando recibir las autorizaciones por escrito para comenzar las obras.

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