Encomienda de Cervera ha vuelto a hacer ostensible el carácter eminentemente volcánico de los vinos que elabora en el corazón del Campo de Calatrava. La bodega almagreña se ha convertido en la primera en comercializar un vino envejecido en una nave de crianza situada en una gruta volcánica, consiguiendo la inmunidad a la contaminación electromagnética y ambiental.
El 1758 es un ensamblaje de syrah, cabernet sauvignon y graciano, que no ha sufrido contaminación electromagnética
El nuevo vino “1758 Selección. Crianza en Gruta Volcánica”, de la gama Premium, es un ensamblaje de uvas procedentes de las mejores parcelas de la finca de syrah, cabernet sauvignon y graciano que ha permanecido 9 meses en barrica y otros 9 meses en botella. La cueva en la que ha envejecido está en el interior de uno de los volcanes strombolianos que permanecen dormidos desde hace millones de años en el Campo de Calatrava. Concretamente en el Cerro Negro, por lo que se conoce a ese sector como 7 CN. Allí la empresa ha completado la protección de sus rocas con apantallamientos para altas frecuencias.
Hace muchos años el propietario de la explotación vitivinícola, Aurelio Espinosa, que también dispone de un importante número de hectáreas dedicadas al olivar, ideó la posibilidad de crear un vino envejecido en esa cueva volcánica utilizando las mejores barricas, con el fin de buscar la mayor protección contra la contaminación ambiental y electromagnética. Para ello creó una patente homologada y registrada en la Oficina de Patentes y Marcas tras realizar un profundo estudio de la zona en colaboración con laboratorios profesionales y con sus propios conocimientos de la materia.
Más aromas e intensidad
La crianza en cueva volcánica potencia los aromas primarios del vino y los dota de más intensidad de color al estar exentos de cualquier tipo de contaminación externa. El resultado final son vinos potentes y untuosos en boca, con una mayor de polifenoles.
La protección de la contaminación electromagnética es el elemento diferenciador de esta gruta volcánica de Encomienda de Cervera con el resto de las salas de crianza para vinos en barrica o en botella, que disponen de controles de temperatura, humedad e iluminación y protección para evitar olores, ruidos o vibraciones.
De la primera añada se han comercializado 3.900 botellas de una edición limitada que tienen un precio de venta al público de 28,50 euros. Este vino se puede encontrar en las mejores tiendas especializadas, restaurantes de gama media y alta y en la propia web de la bodega. La propiedad de Encomienda de Cervera, adscrita actualmente a la indicación Vinos de la Tierra del Campo de Calatrava, pendiente de los últimos flecos para convertirse en la décima denominación de origen protegida de Castilla-La Mancha, pretende seguir haciendo este tipo de vinos, dependiendo, eso sí, de la calidad de las añadas.
Condes de Valdeparaíso
Encomienda de Cervera tiene su origen en una finca propiedad de los Condes de Valdeparaíso, naturales de Almagro, a quienes el rey Felipe V les concedió el título de Encomienda, que posteriormente fue ratificada por Carlos III en 1758. La finca, que tiene unas 1.000 hectáreas aproximadamente y está enclavada en el término municipal de Almagro, se encuentra en el corazón del macizo volcánico del Campo de Calatrava. Dentro de sus contornos se encuentra uno de los volcanes hidomagmáticos más importantes de la comarca, el MAAR D Cervera, declarado monumento natural en 1999.
En sus inicios la finca contaba con una casa residencial, un olivar con 300 olivas y una viña con 23.000 cepas. En 1887 ya tenía su molino de aceite y en 1927 se construyó la bodega. Actualmente, Encomienda de Cervera es una explotación de agricultura ecológica, especializada en la producción de vinos y AOVEs de alta calidad. La finca tiene una altitud de unos 850 metros y en sus 60 hectáreas dedicadas al viñedo se pueden encontrar distintos clones de tempranillo y syrah. También petit verdot, cabernet sauvignon y graciano. Por su parte, en blancos, sauvignon blanc, airén, gewürztraminer y verdejo. En las 120 hectáreas de olivar que pueblan sus laderas hay plantadas nueve variedades de olivar: arbequina, picual, cornicabra, arroniz, alfafara, changlot real, frantoio, coratina y pajarera.
Todo el tratamiento de los viñedos y olivares se ajustan al sistema integral de calidad que cumple con los requisitos de pago oleícola y vinícola.
Nota de cata 1758 Selección crianza en Gruta Volcánica
Capa alta, ribete morado, muy vivo. De lágrima densa. En nariz se advierte la presencia de fruta compotada, que le otorga una dulzura envolvente. Además, se aprecian notables aromas lácteos y una cautivadora vainilla, junto con sutiles trazas de tofe. También ofrece matices balsámicos. Es potente en boca, con mucho carácter, pero untuoso. Su tanino no se agarra nada y ofrece sensación de boca llena. Espectacular combinación de potencia y dulzura.