domingo, octubre 19, 2025
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    “Para mí lo más importante es encontrar el punto de maduración óptimo de la uva”

    Jesús Azcona Jaén, enólogo de Bodegas Casa del Águila

    Sus antepasados ya elaboraban vino. Por supuesto, la familia más cercana también. No es de extrañar que, con ese legado, Jesús Azcona Jaén (Dosbarrios, 1962) no albergara ninguna duda cuando le preguntaban qué quería ser de mayor. De 1984 a 1986 cursó sus estudios de Enología en la Escuela de la Vid y del Vino de Madrid. De allí guarda gratísimos recuerdos de profesores que dejaron una profunda huella en varias promociones de enólogos. Destaca a Pedro Antonio Navarro, Pedro Tienda, Pepe Hidalgo y Concha Mareca y, varios más, algunos ya, tristemente desaparecidos.

    Sus primeros pasos en la profesión los dio en la bodega familiar y en cooperativas de Castilla-La Mancha hasta que, muy pronto, comenzó a trabajar en Bodega Casa del Águila, donde después de 30 años continúa como director técnico.

    Jesús Azcona llegó a Casa del Águila en 1992. Se hizo cargo de la importante explotación agrícola propiedad de la familia Del Águila situada en su Dosbarrios natal. La finca contaba a su llegada con 85 hectáreas de viñedo. Con el paso del tiempo, el número de has de viñedo fue disminuyendo hasta quedar en las 12 actuales. La mayoría de las viñas, todas de secano, son de tempranillo conducido en espaldera y macabeo en vaso. El enólogo toledano destaca que las injertan ellos mismos y que los patrones los producen en sus propios viveros. Además, Jesús Azcona, se encarga de gestionar el resto de la finca, que con mayoría de hectáreas dedicadas al cereal y en la que recientemente se han plantado 15 has de almendro y 27 has de pistacho.

    “El 90% del éxito del vino tiene que venir de la viña. Por eso realizamos un cuidado exhaustivo del viñedo durante todo su ciclo vegetativo, controlándolo durante todas las fases. Para nosotros lo más importante es encontrar el punto de maduración óptimo. Trabajando de esta forma el éxito está garantizado”, sentencia el enólogo toledano.

    Envase de hormigón

    Jesús Azcona recuerda que, a su llegada, las viñas de la finca ofrecían vinos muy codiciados en aquellos tiempos en los que en La Mancha no abundaban tintos de calidad, con color y muy estructurados. “Siempre fieles a esa filosofía -apunta el enólogo- seguimos elaborando los vinos tintos en envases de hormigón”. A mediados de los 90 la bodega introdujo los equipos de frío que dieron paso al control de temperatura en la fermentación. Posteriormente incorporaron barricas y comenzaron a elaborar crianzas y reservas que han tenido una gran aceptación.

    Casa del Águila realiza en la actualidad una producción limitada de botellas de vinos jóvenes, blanco macabeo y tinto tempranillo, crianzas y reservas, así como una tirada de 1.000 magnum de tinto tempranillo con una larga crianza que sale al mercado cada tres años. Todo los tintos, que suponen un 90% de la producción, se elabora en recipientes de hormigón, mientras el blanco lo hace en depósitos de acero inoxidable. En el recipiente de hormigón se les somete a continuos bazuqueos de forma manual y no salen de allí hasta que no han terminado la fermentación maloláctica.

    Flora microbiana

    Jesús Azcona defiende que fermentar en hormigón tiene unas ventajas apreciables sobre el vino puesto que ese material mantiene más flora microbiana propia que otro tipo de envases más asépticos como los de acero inoxidable, lo que los hace muy diferentes a otros elaborados en la zona.

    Siguiendo las tendencias actuales de consumo, Jesús Azcona ha dado en esta última campaña un giro en el tipo de elaboración a algunos de sus vinos. “Hemos optado por hacer vinos más ligeros, con menos grado, más afrutados, más fáciles de beber, siguiendo la moda actual que marcan los consumidores”. Para ello han adelantado la vendimia hasta la última semana de agosto para conseguir una menor graduación alcohólica.

    Jesús Azcona señala que el blanco macabeo de esta campaña es muy afrutado, ácido y con una profunda sensación de fruta fresca. Por su parte la gama de tintos se ajusta al tipo de vinos afrutados, redondos, con taninos muy suaves y fáciles de beber. Los tintos con crianza pertenecer a la DO La Mancha y los dos vinos jóvenes de la añada 2024 están adscritos a la IGP Vinos de la Tierra de Castilla. La bodega toledana vende sus vinos fundamentalmente en el mercado nacional, sobre todo en Andalucía. El precio de venta al público va de los 4,20€ y 4,80€ del blanco y tinto joven a los 8,69€ del vino tinto reserva pasando por los 6,60€ del crianza.

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