Entrevista a Juan Daniel Rubia, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Ciudad Real
Por Celia Naharro Salas
Hace unos meses Juan Daniel Rubia, abogado y empresario de hostelería titular de tres franquicias en la provincia, tomó el relevo a José Crespo al frente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Ciudad Real. En esta entrevista expone sus ideas y proyectos con mucha vehemencia, muestra que una de sus banderas es el trabajo para la profesionalización del sector, se compromete a estar cerca de los hosteleros de los pueblos más pequeños y defiende de forma entusiasta que de esta profesión se puede vivir bien y ser feliz.
¿Cómo decide un abogado que quiere dedicarse también a la hostelería?
Provengo de una familia de empresarios de toda la vida, por lo tanto, el mundo empresarial no es ajeno a mí y mis primeros pinitos los hice en el negocio familiar. Después me dediqué a la abogacía y cuando tuve ocasión y oportunidad puse mi primer negocio de hostelería. Compagino ambas profesiones con la ayuda de mi mujer que es quien lleva la carga del día a día de los restaurantes, que no es poco.
Nos inspira una nítida vocación de crecimiento, porque está muy claro que, en la sociedad actual, cuantos más asociados seamos, más posibilidades tenemos

¿Qué le lleva a dar el paso de presentarse a la presidencia de la asociación?
En este sector está, por un lado, el hostelero que monta su negocio y trabaja todos los días en él, el autoempleo. Y, por otro, el mundo de las franquicias, la hostelería empresarial. Yo tengo más este perfil. Y muchos compañeros del sector me comentaban que era el momento de que una persona que conociera bien el sector empresarial de la hostelería pudiera coger las riendas de la asociación y me animaron. A ello se sumaba que Pepe Crespo después de muchos años al frente estaba pensándose una retirada. Así que se ha dado un relevo natural con cambio de enfoque.
¿Cuáles son los objetivos que se ha planteado en esta nueva etapa?
Son varios. Uno es, precisamente, poder apoyar a todos mis compañeros para que sus negocios se puedan profesionalizar más si cabe desde un punto de vista empresarial. También hay una clara vocación de crecimiento, porque tenemos claro que, en la sociedad actual, cuantos más asociados seamos, más posibilidades tenemos de que nuestro sector sea conocido, querido y respetado. Y luego también está la parte importante del trabajador. Buscamos que las personas trabajadoras de nuestros negocios puedan conciliar mejor la vida familiar y tener más calidad de vida. No es que hoy día tengan menos calidad de vida que otros trabajos, que esto sí lo quiero destacar, que nos tienen un poco demonizados, pero tenemos que buscar la mejora constante.

Sobre esta demonización a la que se refiere, ¿qué parte de realidad hay en esas críticas? Que es un trabajo duro, que se hacen muchas horas, que tienen que mejorar los salarios, etc.
No sé si la hostelería es más dura que el trabajo de un albañil a las 8 de la mañana en invierno poniendo rasillones en una vivienda con todo el edificio abierto, o un señor a las 4 de la mañana llevando una camilla para trasladar a una señora al hospital, un bombero que está en mitad del monte a determinadas horas, un médico que lleva 24 horas de guardia o una persona en un almacén por la noche cargando y descargando cajas… La hostelería tiene dificultades, claro que sí, y es cierto que ha habido una mala praxis en cuanto a los horarios, por ejemplo, pero se está corrigiendo poco a poco. El tema salarial está regulado por convenio y son salarios dignos, aunque mejorables, porque este y otros muchos trabajos en España están mal pagados. No hay que olvidar que nuestros márgenes se han reducido drásticamente en este último periodo y hablamos mucho de ingresos, pero nadie habla de gastos.
La profesionalización ayudaría también a mejorar la situación del sector, ¿verdad?
Por desgracia hay muchos chavales que se meten en hostelería sin formación ninguna porque la sociedad no les ha brindado otras oportunidades o porque no la consideran como una profesión de vida y de futuro. El problema de la formación lo estamos viendo también en otras profesiones en las que no se encuentra personal cualificado, en una ingente cantidad de sectores sociales que son básicos para el desarrollo de una sociedad. ¿Dónde está la ilusión para que una persona joven crea que estos trabajos pueden ser su modo de vida? Que parece que si no eres funcionario no puedes vivir bien. Hay muy buenos grados medios y superiores de FP en el sector. Formación hay mucha, pública y gratuita, pero vocación hay poca y ganas de trabajar hay menos. Tenemos que lograr transmitir que si consigues ser un buen profesional tienes la capacidad de, con muy pocos recursos, ser autoempleado, tener tu propio negocio y ganarte bien la vida, con una profesión que es muy bonita y que da mucha alegría a la gente.
Ha emprendido una pequeña gira por las comarcas de la provincia. ¿Cuál es la intención de estas visitas a los pueblos?, ¿qué impresiones recibe de los hosteleros?
Es una maravilla como nos reciben. De momento hemos ido a las dos Argamasillas y nos ha ido muy bien. Lo hacemos por tres razones fundamentales. La primera es incentivar que la formación pueda llegar a los pueblos, queremos hacer cursos allí y estamos en conversaciones con las administraciones para hacerlo posible. Un segundo punto muy importante es el del fomento del asociacionismo en sí, enseñar a los hosteleros de la provincia lo que implica, lo que le favorece, lo que le beneficia y lo que puede significar. Porque cuanto más seamos, más capacidad para la formación tenemos, para emplear a más gente, para relacionarnos con la administración pública, para hacer convenios con empresas que puedan favorecer al sector… En definitiva, cuanto más asociados seamos, más fuerza tenemos, no fuerza destructiva, sino fuerza constructiva. Y la tercera razón es la unión con la administración local, en todo tipo de actividades, eventos, fiestas, conciertos, cursos…
Estamos haciendo delegaciones locales o comarcales de la asociación, con el fin de que podamos tener más cercanía a nuestros propios asociados, quiero tejer red para que estén arropados.
¿Y se están encontrando personas candidatas para ello?
Sí, sin ningún problema, está generándose una ilusión tremenda, estoy muy contento y sorprendido gratamente. A veces no es fácil dar el paso de comprometerse con algo tan sencillo como formar parte de una asociación y coger las riendas. Hay personas hoy día muy implicadas a los que les estoy muy agradecido, porque también tengo que decir que esto es totalmente altruista, aquí no cobramos nadie un duro, ni yo tampoco.
Ha hablado de la importancia de la relación con las administraciones, ¿cómo están estas relaciones desde que llegó a la presidencia?
Veo que las cosas van muy bien con la Junta y con la Diputación. Con el Ayuntamiento de Ciudad Real la colaboración es también extraordinaria. Las administraciones tienen claro lo importante que es este sector y lo único que necesitamos es ir de la mano.
¿Sigue siendo la burocracia uno de los principales problemas para la hostelería?
Eso es un problemón de primer nivel y me consta que están haciendo un esfuerzo en minimizar muchísimo los trámites, en hacerlos más fáciles y más rápidos. Pero hay una burocratización extraordinaria que además se retroalimenta. Nos aliviaría también que hubiese más ayudas directas a los empresarios de hostelería que quieren emprender su negocio, ayudas al autónomo, rebajas en impuestos… Porque muchos negocios nacen muertos casi antes de empezar. Por eso hace falta un plan global de verdadera ayuda al autónomo, por lo menos los cinco primeros años para que puedan arrancar.